Era un romance improbable; ella era doctora en sociología y él, tan sólo
un bachiller. Aún así, ellos se seguían viendo en el mismo café todos los
jueves por la tarde, pues ambos frecuentaban el lugar y usaban eso de excusa
para sentarse juntos y platicar animadamente hasta llegada la noche.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario