Un
cigarrillo supone algo más que un hábito humeante, a veces resulta
un compañero. A lo largo de la Historia, actores, pintores,
políticos, filósofos, científicos y otros profesionales famosos
han sido fotografiados con pipa, puro o cigarrillo. Incluso, en
algunas series de dibujos animados infantiles, también fue usual ver
escenas con algunos protagonistas fumando. El humo del tabaco casi no
sorprende a nadie.
Los
días junto al tabaco son, de cierta forma, una aventura. Pero, ¿qué
le sucede a alguien cuando decide dejar de fumar? En este libro, publicado por la editorial Anagrama, Vicente Verdú (1942-2018) un sociólogo, escritor, y
periodista, nos cuenta sus días sin fumar durante un trimestre.
Día
a día, la decisión ante el tabaco va generando una serie de
reacciones. En lo personal, las sensaciones corporales se hacen
presentes, el cuerpo le avisa que hay algo ausente. Este elemento
ausente, no forma parte de la alimentación, pero su carencia ha
influido en su forma de comer. Existen cambios en su peso. Las vías
respiratorias se muestran agradecidas, pero el sistema nervioso es
como un péndulo ante su nueva forma de vida.
En
su lugar de trabajo y en los alrededores, ahora empieza a percibir
actitudes ya existentes, pero a las que antes no les había prestado
atención. Cuando alguien se siente incómodo ante un comentario o al
expresar algunas de sus ideas, toma un cigarrillo como si fuera su
defensa ante esa situación. Hay una pequeña pausa en la jornada
laboral, es un buen momento para que todos salgan a fumar, pero ahora
que ya no fuma ¿qué hará en ese receso? Entre dos personas, uno
que fuma y el que dejó de hacerlo surgen controversias tan intensas
como una diferencia ideológica.
Vicente
Verdú nos relata cómo el tabaco está en la vida del fumador de tal
manera que marca el tiempo en su jornada. Puede ser en la hora del
desayuno, del almuerzo, de la cena, antes de dormir o, ¿por qué no?
en todos esos momentos. Cada instante del día se delimita con
tabaco.
Para
una persona que se ha mantenido alejada del tabaco, este libro es una
invitación a conocer ese mundo sin encender un sólo cigarrillo. En
estas páginas leerá detalles insospechados.
“El fumador no lo es meramente porque consuma veinte o treinta cigarrillos diarios sino porque vive en una biológica unión con el tabaco.”Página 90.
Imagen tomada de la página web de la editorial.
Excelente lectura.
ResponderBorrarGracias por el comentario, es un gusto recibirlo.
BorrarMe pareció interesante la ruptura de ideología al momento que se deja el hábito de fumar. Hoy día sería realismo algo así como: "consumo, luego existo" Muchas gracias por compartir
ResponderBorrarLas lecturas se disfrutan más cuando se comparten, gracias por visitar este blog.
BorrarAprovecho para dejar la cita de la página 92: “Entre el fumador y el ex fumador crecen antagonismos semejantes a los que brotan entre los curas y los ex curas, entre los casados y los separados, entre los antiguos aficionados a un juego y quienes se desinteresaron de él.”
¡Excelente forma de escribir una reseña!
ResponderBorrarEl comentario es un estímulo para seguir compartiendo lecturas. Gracias por visitar mi blog.
Borrar